¡Cuidado líderes!

Columna publicada en el blog Líderes Hoy de Vivir en El Poblado.

Los líderes en las empresas tienen en sus manos una privilegiada
posición que les permite desarrollar o limitar el crecimiento organizacional y el
de los equipos que lideran.

Tienen las responsabilidades de
asegurar la correcta ejecución de la estrategia de la compañía, velar por la
satisfacción de los clientes y procurar la calidad y el mejoramiento de los
productos, así como estimular y promover el compromiso hacia la cooperación de
su equipo.

Sin embargo, el creciente desarrollo
de las empresas y las exigencias del mundo globalizado exigen cada vez más líderes
integrales con capacidad de liderar en múltiples direcciones, aspecto que, en
muchos casos, se olvida o en el que se pierde el foco por el afán de mantener
los resultados que dan la permanencia en ese rol.

Si bien los líderes tienen
conocimientos y experiencias que les permite ocupar un rol representativo, no
dejan de ser personas. Es importante que tengan presente que no son un producto
terminado y que aún existen aprendizajes que aportan a su desarrollo.

He aquí errores comunes que deben
tener en cuenta los líderes de hoy:

1.
Temer
a los cambios o procurar implementar procedimientos antiguos.

Los ritmos de
cambio en los que se encuentran las organizaciones hoy exigen que las
experiencias y los estilos de los líderes se adapten a la velocidad y a los
estilos generacionales del potencial humano.

Se requiere,
entonces, un liderazgo dispuesto a tomar riesgos y a crear soluciones en la
marcha, con inteligencia holística para implementar cambios, mientras se
aprende de experiencias propias y de otras organizaciones similares.

2.
Interacciones inadecuadas con
las personas.

Las habilidades relacionales en el líder son esenciales hoy en
día en todas las direcciones. Aspectos como la poca disponibilidad, el dejar de
vincularse con las personas debido a sus ocupaciones o al rol que desempeña, no
gestionar o gestionar inadecuadamente el conflicto y no darle importancia al
desarrollo del talento, son desechados por líderes que piensan que estas son
tareas de otras áreas o que no son aspectos correspondientes a su cargo.

3.
Actuar presionado por el
tiempo.

Olvidar la importancia de la pausa para reflexionar, planificar,
analizar riesgos y, sobre todo, ignorar el espacio necesario para que las
nuevas ideas para su estrategia surjan y logren su camino de realización.

4.
Culpar a otros de sus errores
o gestionar buscando culpables y no soluciones.

Este es uno de los hábitos que más
frena el crecimiento del líder. Una actitud humilde y auto reflexiva nos lleva
fácilmente al respeto de quienes rodean y, por supuesto, al aprendizaje a
través del ejemplo.

Recuerde que la buena cultura organizacional y los cambios e
impactos en los resultados organizacionales son consecuencias de un buen
liderazgo.