Como seres humanos y protagonistas de nuestra vida, vamos generando interpretación de lo que vivimos y cómo lo vivimos. Eso que interpretamos del entorno, habla más de cómo somos y cómo estamos experimentando dicho entorno, que de la realidad misma de las cosas.
La felicidad o infelicidad con que interpretamos mucho de lo que vivimos, depende más de la manera como vemos lo que vivimos, que de lo que está sucediendo realmente. De allí la importancia de revisar cuál es nuestra conversación interna, qué secuencia de conversaciones almacenamos y cómo esta secuencia de pensamientos nos está permitiendo vivir en libertad y expresando naturalmente lo que somos, – o, al contrario – nosotros mismos estamos limitando y generando comportamientos cargados de miedo o temor.
Una de las formas como habitualmente nos juzgamos, es cuando actuamos pensando en lo que va a opinar el otro, cuando de antemano crees saber lo que puede pensar otra persona sobre tu comportamiento y lo modificas, la forma como vives no está basada en la libertad de tu auto aceptación y del amor propio, estas basando tu hacer en la búsqueda de la aprobación con lo cual hay perdida de libertad. Esto no quiere decir que vamos por la vida descuidadamente afectando con nuestro hacer a otras personas, más bien me refiero a la posibilidad de estar en la vida despojados de juicios y con la libertad de vivir el presente en total naturalidad y dejándonos sorprender o aprender de lo que cada instante presente nos muestra.
Cuando se recibe un juicio desde una condición amorosa y totalmente desprevenida, puedes reconocer si este trae un regalo de autoconsciencia importante para ti y desde allí agradecer la posibilidad que te entrega ese otro ser humano de aprender, mejorar y ampliar posibilidades en tu vida. Pero igualmente desde tu lugar amoroso puedes darte cuenta que la otra persona habla desde su miedo, hay intento de agresión o algo similar, esto no podrá dañarte por que en tu lugar amoroso entiendes que este ser humano al hablar desde su dolor o desde su miedo, solo está expresando su carencia, así que tu apertura y comprensión pueden abrir una puerta también de aprendizaje a la otra persona. Con ello te darás cuenta también que la reactividad al recibir un juicio, evidencia que estamos recibiéndolo desde nuestro miedo o nuestras inseguridades.
La capacidad de calificar y pensar sobre lo que nos sucede, es una capacidad maravillosa de la mente humana, y como tal la mente tiene una función importante de ordenar, coordinar acciones con otros, hacer análisis de experiencias pasadas para hacer uso del aprendizaje hacia el futuro, entre otras actividades valiosas, sin embargo, si a la mente humano no le creamos hábitos sanos de uso, sino la entrenamos en la generación de actividad mental que eleve nuestra existencia humana, ella misma puede arrastrarnos en un mundo de miedos, de círculos viciosos que no facilitan la evolución.
Nuestros juicios son liberadores cuando:
- Nacen de un estado amoroso y son útiles para ampliar aprendizajes.
- Cuando tenemos la valentía de vencer miedos y da fortaleza a otras personas para superar también sus miedos.
- Cuando disuelven conflictos, producto de ampliar comprensión logrando estrechar relaciones.
- cuando al entregar o recibir juicio se amplía el sentimiento de paz y armonía con la situación.
¿Finalmente, qué hacer con tantos juicios que rondan nuestros pensamientos y no generan libertad?
- Comprende que tú eres más que tus pensamientos y estos juicios que te limitan te retan hacia el aprendizaje de los paradigmas que necesitas transformar para tu evolución.
- Practica la meditación, la respiración consciente, ejercicio, etc. Cualquier actividad que te permita aquietar tu mente.
- Amate, acéptate, se compasivo contigo mismo y practica ser compasivo con los otros.
- Busca lectura o conversaciones con personas que te retan a ver la vida con ojos más apreciativos y con juicios más posibilitadores.
En nuestras sesiones de coaching personal te ayudamos a desarrollar esas herramientas emocionales para que entrenes tu mente de forma positiva. Te esperamos.