Cuando hablamos de conversaciones para acompañar el desarrollo y asegurar el fluir de los compromisos en los equipos de trabajo, la estructura de coherencia de los acuerdos es relevante en la consolidación del ambiente de confianza así como en el aseguramiento de su feliz término. Esto es, que aunque el lenguaje tiene una ponderación importante en la conversación, sabemos que no es lo único que cuenta en el resultado final de una negociación.
Los fenómenos del cuerpo y la emocionalidad que se plantean en todo el contexto de conversación hacen parte fundamental en que ese tejido que genera la acción, que compromete y cultiva la relación de confianza y el mutuo agradecimiento.
En este sentido es importante que, al conversar, se cuiden los siguientes aspectos para elevar o transformar los estados de animo si son negativos.
1. Toma conciencia
Muchas conversaciones se pierden por que antes de iniciarla no se hizo la revisión de si el ánimo desde donde se plantea la conversación es el adecuado. Para ello hay que se revisar inicialmente qué emociones o sentimientos están presentes. Identifica gestos y cambios corporales presentes durante la conversación.
2. Comprende el estado de ánimo
Implica reflexionar sobre lo que está sucediendo mientras se permanece en el estado anímico. ¿Cual es la historia que te estás contando? ¿De qué se trata o con quién sucede ese estado de ánimo? ¿Está basado en juicios fundados o infundados? Si está basado en afirmaciones, ¿éstas son verdaderas? ¿Tienes evidencias?
3. ¿Se puede modificar?
Al reconocer un estado de ánimo que requiere ser modificado, también es importante reconocer si se tomó la decisión de modificarlo, y desde allí validar si se está listo para comprometerse con el cambio.
4. Diseña el cambio que requieres
Primero resuelve qué te falta o qué necesitas. Identificado esto, clarifica las acciones o movimiento a realizar. ¿Puede ser una petición? ¿Una oferta? ¿Necesitas contra ofertar durante una conversación que tienes con alguien? Tal vez lo que requieres como acción es, simplemente, estructurar una conversación de reclamo o pedir disculpas. Lo importante aquí es que identificando la acción requerida se logren dar los pasos que permitan liberar el estado de ánimo que se quiere modificar.
5. Toma acción
Evalúa que, efectivamente, la acción realizada con las personas implicadas, genere el alivio esperado en ambas partes. Con ello revisa las nuevas posibilidades que se abren para la persona y para la relación de confianza dentro de las conversaciones planteadas.