Una de las claves de las personas exitosas es el cuidado y el balance de todas aquellas actividades que mantienen su cuerpo vital y su mente lúcida para la actividad que desempeñan.
En mi labor con directivos de alto nivel y en el acompañamiento a sus prácticas de desarrollo, la forma en que llegan a su hora de descanso es fundamental.
Un sueño reparador es fundamental y son muchas las cosas que influyen en que así suceda:
- Aprende a conocer tu cuerpo.
¿Cuál es el mejor alimento que te da energía durante el día, y el que tu cuerpo recibe mejor antes de una noche de descanso? Tu cuerpo debe estar tranquilo, pero también que no sienta hambre.
- Reflexiona.
Un tiempo de reflexión antes de la meditación puede ayudar a aquietar la mente, evaluar el día, rescatar los aprendizajes, poner en la agenda fechas para resolver pendientes. Es saber que cada tema ya tendrá su momento para ser atendido. Tip: si dejaste alguna conversación pendiente, plantea cuándo y con quién resolverlo y ve a dormir en paz.
- Recuerda tu propósito.
Vuelve a recordar cuál es tu propósito mayor de vida y agradece, reconociendo cuáles cosas durante el día hiciste en coherencia con tu razón de ser.
- Medita.
Algunas prácticas de meditación pueden ser muy útiles para poner tu mente en blanco: observa la respiración y adéntrate conscientemente en ella, realiza un escaneo corporal soltando tensiones que haya en el cuerpo. Meditaciones o relajaciones guiadas pueden ser también una buena herramienta para desconectar tu mente y adentrarte en el sueño.