Tu mente es un
instrumento, una herramienta. Está allí para ser utilizada en tareas
específicas y, cuando se termina la tarea, lo adecuado sería dejarla de lado.
Tal como se usa ahora, quizá un 80% o 90% del pensamiento en la mayoría de las
personas es repetitivo e inútil, y por su naturaleza mecánica y
con frecuencia negativa, es también perjudicial. Observa tu
mente y descubrirás cuánto de cierto hay en todo esto. La mente causa gran
pérdida de energía vital.
Este tipo de pensamiento
compulsivo es, en realidad, una adicción. ¿Y qué es lo que caracteriza una
adicción? Simplemente que tu no sientas que tienes la opción de detenerte. Parece
más fuerte que tu. También te da una sensación falsa de placer, placer que
invariablemente se convierte en dolor.
Porque te has
identificado tanto con el pensamiento, se termina derivando el sentido de vida en el contenido y la actividad de tu mente.
A medida en que el ser humano crece va formando una imagen mental de quien es, basada en el condicionamiento
personal y cultural. Esto es una actividad mental que solo puede mantenerse
activa por medio del pensamiento constante. Se ha llamado Ego a esta identidad
falsa que se ha creado por la identificación con la mente.
Para el ego, el
momento presente casi no existe. Lo único que se considera importante es el
pasado y el futuro. Esta inversión de la verdad ha generado tanta
disfuncionalidad… el ser humano se ha ocupado de mantener tan vivo el pasado
porque sin él ¿quién eres tu?, o se proyecta constantemente en el futuro para
asegurar la supervivencia y para buscar algún tipo de alivio o de realización.
Incluso cuando el ego parece estar ocupado con el presente, no es el presente
lo que ve: lo percibe en forma errónea porque lo observa con los ojos del
pasado. O reduce el presente a un medio para lograr un fin, un fin que está en
el futuro proyectado por la mente. Observa tu mente y veras que así es como
funciona.
El momento presente tiene la clave de la
liberación. Pero tu no puedes encontrar el momento presente mientras seas
mente.
Cuando hablo de
mente no me estoy refiriendo a capacidad de análisis; es conveniente aprender a pensar más claramente, en forma
más concentrada. Pero el don del pensamiento es algo más precioso. Sin él, seríamos solamente otra especie animal.
El predominio de la mente no es mas que una etapa en
la evolución de la especie. La liberación significa levantarse por encima del
pensamiento.