Un conocido proverbio de Confucio sobre la sabiduría dice que hay tres maneras de adquirirla.
Por la reflexión: es la mas noble.
Por imitación: es la mas sencilla
Por la experiencia: es la mas amarga.
La sabiduría es el maravilloso regalo que se nos ha dado y al cual solo podemos acceder por decisión propia: nadie nos puede entregar o inyectar sabiduría como se hace con el alimento; se trata de una decisión que implica apertura de mente y corazón para comprender los grandes misterios y las razones de la vida que nos rodea.
Sin embargo, aunque existen muchos maestros y diferentes escuelas de sabiduría, abrir las puertas a la sabiduría garantiza que el camino elegido nos conduce a ese regalo maravilloso.
El primer camino del que nos habla Confucio es el camino de la reflexión.
Implica construir un estilo de vida basado en la observación y en la contemplación, entrando pausadamente en cada experiencia de vida y generando rutinas y estilos de vida basados en el aprendizaje de cada experiencia. Es el camino más noble porque el camino a la sabiduría es a través de nosotros mismos; requiere ese estado de humildad ante la vida para dejar que cualquier experiencia que llegue, nos enseñe algo nuevo.
El camino de la imitación puede parecer el camino más sencillo pero también requiere esfuerzos.
Es aquel donde elegimos recorrer un camino que otros han recorrido, aprender de las experiencias de otros y quizá acompañar los emprendimientos de maestros o mentores que la vida nos pone en nuestro camino. Pero, en esta elección, la humildad está en disponernos a tomar las experiencias de otros sin cuestionarlas y, con mente abierta, estar dispuestos a encontrar lo que los maestros nos quieren entregar.
Finalmente, aprender de la experiencia tiene que ver con abrazar las situaciones de la vida que pueden traer lecciones mas allá de lo que podamos calcular.
Es la disposición a dejarnos sorprender por las circunstancias, entendiendo que aún en lo que nos consideramos expertos siempre habrá más oportunidades de aprendizaje y progreso.
Lo mas hermoso en la vida es que estos tres caminos están dispuestos para todos. Podemos elegir uno de ellos, pero también podemos elegir los tres y recorrer la vida elevando nuestra sabiduría a través de las tres alternativas. Reflexionar, aprender de las experiencias de otros y tomar lo inesperado de la vida y cada día será una grandiosa oportunidad de aprendizaje.